Mil besos de loca.
Me debés una noche de puras verdades, de risas y humo. Una noche de alcohol y filosofía. Una noche sin prejuicios y con muchas libertades. Una noche de fantasías reales. Sin pretensiones y sin máscaras, sin rencores ni pijamas. Una noche nuestra, me debés, con una pequeña muestra de lo que podría ser. Me debés una foto, tres besos y un vino. Me debés unos mimos. Yo te debo un secreto, te debo verdades. Te debo algunos roces verbales. Un vinilo, una copa. Te debo mil besos de loca. Y si fuera por deberte, te debería toda la vida, con tal de saldar esa deuda algún día.
(Agosto, 2011)